jueves, 31 de julio de 2014

Pluto

de Aristófanes. Versión: Emilio Hernández.  Dirección Magüi Mira.
producción: Festival de Mérida y Pentación Espectáculos
con Javier Gurruchaga, Marisol Ayuso, Marcial Álvarez, Jorge Roelas, Ana Labordeta, Juan Meseguer, Sergio Otegui, Toni Misó y Cayetano Fernández.

31 de julio de 2014. Teatro Romano. 60º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. 100’ aprox.


El honrado y pobre Cremilo encuentra a Pluto, el dios ciego de la riqueza, y le devuelve la vista para que haga un mundo más justo en el que los pobres dejen de serlo. Y los ricos también.

Hoy se ha anunciado que hasta junio el Banco de Santander  obtuvo un beneficio neto de 2.756 millones de euros, un 22,2% más que en el mismo periodo del año anterior. Hace  dos semanas el gobierno anunció el reparto de 16 millones de euros entre las comunidades autónomas para ayudar a 2.320.000 menores que se encuentran en España en situación de pobreza o en riesgo de exclusión social. Parece que Pluto sigue tan ciego hoy como en la época de Aristófanes. Y eso es algo que se advertiría en esta comedia sin necesidad de que la actualización del texto llegara tan lejos que a punto ha estado de hablarnos literalmente de Podemos o del 15M. Así que algo tan serio como el origen (y el futuro) de la desigualdad entre los hombres, lejos de conectar a Aristófanes con Rousseau o con Marx, acaba reducido en esta versión de Pluto a esa sensación de complaciencia con que algunos asumen que siempre ha habido (y habrá) ricos y pobres. Y que frente a ello solo cabe el divertimento ficticio de imaginar que el dios de la riqueza pudiera dejar de ser ciego por un rato en el teatro (obviando que son los votantes los que deberían dejar de ser ciegos ante las urnas). El tema de la comedia de Aristófanes es muy oportuno en estos tiempos, pero esta actualización resulta tan inocua y balsámica que casi duele con datos como los de arriba. Por lo demás, el histrión que es Javier Gurrichaga ha estado muy bien en los papeles del dios de la riqueza y la diosa de la pobreza (si bien sus números musicales y los aplausos consiguientes nos sacaban a veces de sus personajes). También ha sido un acierto la calidad de la música en directo y, sobre todo, ese coro con máscaras con el que Magüi Mira se ha lucido como directora. Como el verano pasado con Hécuba, hemos visto en Mérida lo que nos perderemos en la plaza del Niemeyer. Pero el Aristófanes de esta noche nos ha gustado menos que el de Las Tesmoforias que vimos el año pasado en este espacio tan delicioso. Volveremos.